CAMARA DE SENADORES

 CAMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN REPÚBLICA ARGENTINA
Período 130º 14 Reunión – 9 Sesión ordinaria – 5 de septiembre de 2012
S.- 2708/12
DÍA INTERNACIONAL DE LA PAZ
Sr. Secretario (Estrada). – Proyecto de ley de los señores senadores Cabanchik y Marino
por el cual se declara al 21 de septiembre de cada año como Día Internacional de la Paz en
adhesión a la resoluciones N° 36/67 y 55/282 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas.
Ocupa la Presidencia la señora presidenta provisional del H. Senado, senadora Beatriz
Rojkes de Alperovich.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – En consideración en general.
Tiene la palabra el señor senador Cabanchik.
Sr. Cabanchik. – Señora presidenta: todos tienen en sus bancas el símbolo de una bandera,
que es la bandera de la paz, y que acompaña como anexo al proyecto de ley en
consideración.
Es muy oportuno tratar el proyecto de ley luego de haber tratado el del feriado del 24 de
setiembre en homenaje a la figura de Belgrano y a su compromiso en aquella batalla, en el
bicentenario de la patria.
¿Por qué es oportuno? Porque en ese caso celebramos cómo un hombre de paz, un
humanista argentino, tuvo que comprometerse con la guerra por las circunstancias de un
mundo donde la guerra –y sigue siendo así– siempre está presente entre los seres humanos.
En este caso, en cambio, se trata de una iniciativa vinculada con una fecha que, al estar tan
cercana, obliga a tratarla sobre tablas. En efecto, como se trata del 21 de setiembre es bueno
que la norma se encuentre sancionada para ese día.
De lo que se trata es de establecer el Día Internacional de la Paz.
El símbolo tiene una historia que, naturalmente, voy a resumir y que se vincula con otro
humanista. En este caso, se trata de un humanista ruso llamado Nicholas Roerich,
quien en 1920 creó el símbolo de referencia. Desde luego que, como todo símbolo, se trata
de una convención, al igual que toda bandera. Él se inspiró en huellas que encontró en la
naturaleza. Buscó, en todo caso, un signo más allá de las vicisitudes de la historia y de los
acuerdos y desacuerdos entre sí, para inspirarse en el símbolo. De ahí que esta bandera se
basa en una figura que no es el resultado de ningún decreto ni de ningún concurso, sino que
se encuentra inspirada en la observación de la naturaleza realizada por parte de este
humanista ruso.
La historia continuó y en 1935 nuestro país celebró lo que se llamó el Pacto Roerich para
establecer el día de la paz y adoptar este símbolo como bandera de la paz universal.
Eso fue retomado por la ONU, al final de la Segunda Guerra Mundial, que hizo suyo el
espíritu que inspiró en su momento a Nicholas Roerich. Así es como hoy existen varias
resoluciones de ese organismo internacional destinadas a la protección del patrimonio
cultural de los pueblos. La idea original era que este símbolo permitiera en épocas de guerra
y de paz preservar aquellos lugares de cultura en todo el mundo.
El 30 de noviembre de 1981, mediante la Resolución N° 36/67 de la Asamblea General de
las Naciones Unidas, fue declarado el tercer martes de setiembre como Día Internacional de
la Paz.
Lo que estamos proponiendo con el senador Marino, al hacernos eco de una acción decisiva
y una propuesta del Movimiento Mil Milenios por la Paz, movimiento argentino que lleva
quince años de actividad y que se encuentra inscripto en la UNESCO, es que se sancione
como ley el establecimiento del 21 de setiembre como Día Internacional de la Paz.
La Resolución N° 55/282 de la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró al 21 de
setiembre de cada año como Día de la Cesación del Fuego y de la No Violencia a nivel
mundial.
En nuestro país las provincias de Mendoza y de Buenos Aires, la Defensoría del Pueblo de
Santa Fe y otra serie de gobiernos locales han incorporado esta fecha en sus propios
calendarios. Entonces, se propone transformar esta iniciativa en ley nacional.
Mencionaré rápidamente el articulado. Mediante el artículo 1° se declara al 21 de setiembre
como Día Internacional de la Paz en adhesión a las resoluciones mencionadas de las
Naciones Unidas.
El artículo 2° autoriza a izar la bandera de la paz –se pueden ver las réplicas y en las
galerías se puede observar una réplica mayor que sostienen miembros del Movimiento Mil
Milenios por la Paz– en los edificios públicos de los tres poderes del Estado junto a la
bandera nacional.
El artículo 3° sugiere a las universidades nacionales, a las escuelas públicas y privadas y a
cualquier nivel educativo, tratar el Día Internacional de la Paz cada 21 de setiembre.
La idea fundamental de la propuesta no es solamente aludir a la paz en el sentido habitual
de la palabra, sino tratar de que dentro de la forma de vida de los pueblos vaya ganando
terreno la paz para que un humanista como Belgrano no tenga que hacer la guerra ni para
que ninguno de nosotros se vea obligado a hacerlo.
Por lo menos, tener un símbolo y un día a nivel nacional para hacer esa celebración, tal
como ya lo hiciéramos en 1935 de acuerdo al pacto aludido.
Se podría recordar también a John Lennon con su canción “Imagina: Imagina el día en que
esto sea realidad, y es posible imaginarlo...”.
Votando la iniciativa en consideración estamos sumando nuestro granito de arena a esta
cuestión.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra la señora senadora Morandini.
Sra. Morandini. – Señora presidenta: hay una simbología que ignoraba ya que siempre
hemos puesto a la paloma como idea de la paz.
La paz es algo que se construye y es bueno que tenga un día porque nos puede llevar a
reflexionar. Sin embargo, los símbolos sin corazón son nada más que símbolos. Y los
argentinos, a riesgo de sacar algunas sonrisas socarronas, venimos de una odiosa tradición
cultural, política y autoritaria, que es la negación del otro. Cuando se niega al otro, esa es la
fuente de la violencia; o sea, la no paz.
Se mencionó al inicio que el senador por Buenos Aires, cuando era ministro, promovió el
programa de desarme, pero también en términos de simbología lo que hay que desarmar es
esto: señalar al otro, descalificar al otro y no ver al otro como a un igual. Hay que desarmar
nuestras cabezas y nuestros corazones.
Lo único que no se puede perdonar es el crimen. Y como el crimen se castiga en los
tribunales, ya estamos en la hora de que los argentinos entendamos que la paz se construye.
Y la paz no es otra cosa que ver que el otro es mi igual y tiene los mismos derechos.
Además, hay que cuidar mucho cómo se construye la paz en lo que se dice y cómo se dice.
Si nos insultamos y el debate público se encuentra tan lleno de descalificación y de insulto,
obviamente, luego se van a cometer actos de hipocresía como cuando un jovencito, en un
exabrupto ocurrido en mi provincia, opina sobre un determinado hecho y termina siendo
sancionado.
Para que haya contenido y que esto no sea nada más que una simbología y otro día en el
calendario mereceríamos que reflexionáramos sobre qué significa construir paz en la
Argentina.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra la señora senadora Itúrrez de
Cappellini.
Sra. Itúrrez de Cappellini. – Señora presidenta: quiero acompañar el proyecto presentado
por los senadores Cabanchik y Marino.
También quiero ratificar las expresiones vertidas por la senadora Morandini y comentar que
he elaborado un proyecto en este mismo sentido, cuyo número le voy a hacer llegar de
inmediato por Secretaría.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra el senador Filmus.
Sr. Filmus. – Simplemente quiero señalar algo, adhiriendo al proyecto, en referencia a lo
que decía recién la senadora Morandini.
Solamente se puede construir la paz con memoria, verdad y justicia. Y en países donde han
sucedido cosas las cosas que vivimos aquí, la posibilidad de construir la paz está, por
ejemplo, en la posibilidad de juzgar a los culpables del terrorismo de Estado. Entonces,
como nosotros hemos avanzado muy fuertemente en estos años en generar las condiciones
que Madres, Abuelas y tantos organismos de derechos humanos pidieron durante todo este
tiempo, para que efectivamente estemos tranquilos y con el derecho de no cruzarnos por la
calle con un genocida, como ocurría anteriormente, nos parece importante y tenemos
autoridad para plantear esta idea de la paz, que no es en base al olvido, ni a la impunidad,
sino, como se ha hecho en la Argentina y particularmente en este Congreso, a derogar
tantas leyes que eran una vergüenza para nuestro país. Esto es 5 de septiembre de 2012
Sesión ordinaria Pág. 38
avanzar en memoria, en verdad y en justicia. Y por eso me parece que tenemos una
autoridad muy fuerte para decir que se han construido los pilares básicos para tener una
sociedad con paz, que antes no teníamos.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra el senador Cimadevilla.
Sr. Cimadevilla. – Respecto de lo que dice el senador Filmus, arrogándose autoridad moral
casi exclusiva de su partido para hablar de los derechos humanos, diría que fue gracias al
mío, que nunca propició amnistía de ningún tipo ni indulto, que los genocidas pudieron ser
juzgados.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra la senadora Morandini.
Sra. Morandini. – Senador Filmus: de ninguna manera creo que no deba haber justicia.
Precisamente mencioné la palabra perdón, porque lo único que no se puede perdonar es el
crimen. Y los crímenes de violación de derechos humanos y de lesa humanidad, que no
prescriben, deben ser castigados.
Este avance es mérito de la sociedad argentina. Es el mérito de tener libertad. Y en un
proceso en el que se va perdiendo el miedo, por suerte, hemos ido más lejos que nadie y se
está condenando. Hacemos verdad y justicia, con un agregado: que han sido las víctimas.
Nunca los argentinos vamos a dejar de agradecer que ese proceso de verdad y justicia lo
hicieron las víctimas, cuando en este país había terror, cuando todavía los Falcon
estacionaban al frente de los Tribunales, cuando no sabíamos si la democracia iba a seguir.
Lo que nos falta es que construyamos una cultura de paz, que no es otra que la pluralidad
que nos da la política; es la forma como hablamos, como nos dirigimos unos a otros. No
estoy hablando de paz para negar la memoria. La paz es que erradiquemos un lenguaje
violento. Porque si hoy descalifico, mañana pego una piña.
Cada uno de nosotros tiene una enorme responsabilidad. Lo peor que nos puede pasar es
que hagamos de esta interpretación una nueva confrontación, porque entonces sí habría
ganado la dictadura.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra el senador Cabanchik.
Sr. Cabanchik. – No sé si se me permite tomarme la atribución de cerrar este debate,
porque en el fondo siempre la pasión y, para nuestra historia de violencia, también el dolor,
pueden interferir. Pero evidentemente acá estamos consagrando el día nacional de la paz el
21 de setiembre, adhiriendo a una dimensión internacional.
Me parece que las tres intervenciones muestran cuán difícil es, a veces, encontrar ese punto
justo de pacificación, cuando creo que estamos todos de acuerdo. Porque no encuentro en la
alocución de la senadora Morandini, que fue la primera, ningún obstáculo para celebrar al
unísono la idea de una paz en la Argentina. Me parece que lo que ha expuesto el señor
senador Filmus es, simplemente, la idea de que un símbolo vaciado de justicia sería un
mero símbolo y nada más. Nosotros, como pueblo, hemos sabido superar nuestra propia
violencia. ¿Lo hemos hecho del todo? Seguramente no; pero esto es un granito más de
arena para que sigamos en ese camino que ya emprendimos. ¿Quién puede estar en
desacuerdo con que tanto el gobierno de Alfonsín como la gestión de Néstor y de Cristina
Kirchner, dos partidos distintos, dos mayorías del pueblo argentino, han contribuido, cada
uno en su estilo y en su momento histórico, a forjar esa paz con contenido que hace que,
como lo pedía la senadora Morandini, la bandera no sea un mero símbolo? Creo que todos
formamos parte de este movimiento Mil Milenios por la Paz en 5 de septiembre de 2012
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la política argentina y por eso me parece que las voces deben ser vistas como parte de una
sola verdad.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra la señora senadora Parrilli.
Sra. Parrilli. – Señor presidente: celebro este proyecto y también quiero adherir a lo que se
ha dicho aquí, pero también quiero dejar aclarado que las cosas no pasan por suerte. O sea
que los crímenes de lesa humanidad que se han juzgado no tienen que ver con la suerte,
sino con una decisión política que ha tomado nuestro gobierno.
Por otro lado, quiero plantear una inquietud. En tal sentido, me gustaría saber qué
significan los tres círculos que integran este símbolo. Quizá, fue dicho, pero yo no lo
escuché.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra el señor senador Cabanchik.
Sr. Cabanchik. – Este hombre, Nicholas Roerich, se inspiró en huellas que encontró en
ciertas rocas que fueron objeto de su observación en su entorno, en Mongolia, de 9 mil años
de antigüedad. Simplemente, son una imagen, un ícono, de algo que encontró en la
naturaleza. Entonces, quiso que la convención humana y universal para la paz tuviera un
antecedente en algo antiguo y natural. Hasta donde yo conozco, no tienen otro significado
que ese.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Tiene la palabra el señor senador Marino.
Sr. Marino. – En verdad, no iba a hacer uso de la palabra; ese era el compromiso que
habíamos asumido con Samuel y con la Fundación Mil Milenios por la Paz. En realidad, la
idea fue, justamente, presentar esta propuesta para que el 21 de setiembre se proclame
como el día de la paz. Cuando quieran hablar de derechos humanos no habrá ningún
problema; nadie es abanderado en esto. Me parece que equivocamos la discusión porque el
terrorismo de Estado existió con la Triple A, con los militares y todos tenemos alguna
pertenencia; yo estoy orgulloso de mi gobierno y, seguramente, el señor senador Filmus y
muchos de ustedes lo estarán del suyo. Pero este no es el momento para hablar de derechos
humanos. Cuando quieran hablar de eso lo haremos, pero despojados de toda pertenencia
partidaria. Me parece que este tema está por encima de todo eso. El sentido de esta
discusión era otro; de cualquier manera, sería importante que esta iniciativa sea aprobada.
Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Si ningún otro señor senador va a hacer uso de
la palabra, se va a votar en general y en particular en una sola votación el proyecto en
consideración.
–Se practica la votación por medios electrónicos.
Sr. Secretario (Estrada). – Se registran 46 votos afirmativos. Unanimidad.
–El resultado de la votación surge del Acta N°… 1
Sr. Secretario (Estrada). – Señor senador Roldán: sírvase manifestar su voto a viva voz.
Sr. Roldán. – Afirmativo.
Sr. Secretario (Estrada). – En consecuencia, los votos afirmativos son 47. Unanimidad. 5
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Sra. Presidenta (Rojkes de Alperovich). – Queda sancionado el proyecto de ley.- Se
comunicará a la Honorable Cámara de Diputados.

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